De la tierra al plato: Pasos para cultivar ajos grandes
Cultivar ajos gigantes es una forma divertida de disfrutar de su afición a la jardinería o de sus intereses culinarios. El proceso comienza en otoño seleccionando solo los dientes más grandes de la cosecha más reciente.
Estos clavos de gran tamaño se plantan con las raíces hacia abajo en tierra rica en nutrientes, a unos dos centímetros bajo tierra. A medida que se acerca el invierno, los clavos enterrados aprovechan las temperaturas más bajas para desarrollar extensos sistemas radiculares y prepararse para un crecimiento masivo.
Una vez que llegue la primavera, su trabajo bajo tierra se hará evidente cuando los voluntarios emerjan más verdes y más grandes que de costumbre.
Los brotes prosperan durante toda la temporada con riego estratégico y colocación a pleno sol. Los que reciban los mejores cuidados acabarán produciendo bulbos enormes y trenzables cuando llegue la época de la cosecha en otoño.
¿Cómo crece el ajo?
Éstos son los pasos básicos del crecimiento del ajo:
Formación de bulbos: El año anterior a la plantación, el bulbo de ajo se forma bajo tierra, ya que la energía se almacena en el bulbo. Cada bulbo tendrá varios dientes.
Plantación: En la mayoría de los climas, los ajos se plantan en punta en otoño. Se plantan 4-6 pulgadas de profundidad y 6-12 pulgadas de separación. Este periodo de latencia permite a los clavos iniciar el crecimiento de las raíces antes de la primavera.
Germinación: A principios de la primavera, cuando la temperatura del suelo alcance unos 45-50°F, los clavos crecerán y echarán brotes.
Crecimiento de las hojas: Los brotes, llamados escapos, siguen creciendo. Las hojas se forman en forma de abanico. Esta es la fase de crecimiento vegetativo, en la que la planta utiliza sus reservas de energía para crecer por encima del suelo.
Bombilla: A finales de la primavera y principios del verano, la planta recibe señales, como la duración del día, que la impulsan a detener el crecimiento de las hojas y concentrar su energía en la formación de bulbos bajo tierra. Los dientes individuales se hinchan en la base de cada brote para formar nuevas secciones de bulbo.
Cosecha: El ajo suele estar listo para la cosecha cuando las hojas empiezan a amarillear y secarse, hacia finales de junio-agosto, según la variedad y la ubicación. Se arranca toda la planta y se deja curar unas semanas antes de separar los bulbos secos.
Formación de semillas: Algunas variedades de cuello duro también forman un tallo floral rizado llamado escapo. Se pueden comer o quitar para estimular el crecimiento del bulbo. Es posible que se formen semillas, que pueden plantarse al año siguiente.
Cuándo cultivar ajos - La mejor época del año
La mejor época para plantar ajos es a principios de otoño, alrededor de 4-6 semanas antes de que el suelo se congele. Este momento es ideal para la planta del ajo. En otoño, el suelo y el aire son más frescos. Esto permite que el ajo que se cultiva a partir de los dientes se centre en la formación de raíces sin que broten las hojas demasiado pronto.
Durante el invierno, la planta permanece latente bajo tierra. A principios de la primavera, cuando hace más calor, el ajo se despierta. Empieza a echar hojas verdes y frescas. Durante la primavera y el verano, las hojas crecen altas y verdes.
Durante todo este tiempo, la planta está formando lentamente un nuevo bulbo de ajo bajo tierra. A mediados del verano, el bulbo está completamente formado y listo para la cosecha. Sabrás que ha llegado el momento cuando las hojas empiecen a marchitarse y secarse.
La siembra en otoño proporciona a la planta de ajo el ciclo adecuado. Las raíces están en otoño, el reposo vegetativo en invierno, el crecimiento de la parte superior en primavera/verano y los bulbos listos para la siguiente temporada de cosecha. Este calendario permite que el ajo prospere año tras año.
Cómo plantar dientes de ajo - 10 instrucciones fáciles de seguir
Plantar los dientes de ajo en otoño les da tiempo a echar raíces potentes antes de brotar en primavera. Para empezar, sigue estos pasos:
Paso 1: Seleccione su tipo de ajo
Hay algunas variedades que se pueden cultivar a partir de dientes. Las más comunes son el ajo de cuello duro y el de cuello blando. En las variedades de cuello duro pueden crecer largos tallos florales llamados "ramas". El ajo de cuello blando se enrolla en suaves bucles en lugar de desarrollar tallos rígidos.
Los ajos de cuello blando son buenos para trenzar bulbos enteros. Las variedades de cuello duro pueden ser mejores si desea dientes individuales grandes. Pregunta en tu centro de jardinería qué tipos crecen bien en tu clima. Escoge uno, ¡y ya estás listo para el siguiente paso!
Paso 2: ¡Ahora! Prepare la tierra para plantar
Para plantar ajos, la tierra debe estar suelta y libre de malas hierbas. Unas semanas antes de plantar, voltee el bancal donde vaya a cultivar. Esto afloja la tierra apelmazada.
Elimine también las malas hierbas que crezcan en la zona. Las malas hierbas competirán con el ajo por el agua y los nutrientes. Añade compost u otra materia orgánica para enriquecer la tierra. Esto alimenta la tierra y le ayuda a retener la humedad.
Rompe los terrones para que la tierra quede suelta y esponjosa. Las raíces del ajo necesitan espacio para extenderse por debajo. Rastrillar la tierra alisa la parte superior para que esté lista. Ahora, la tierra está preparada y perfecta para plantar dientes de ajo.
Paso 3: Elegir los clavos más grandes para plantar
Tómese su tiempo para seleccionar los dientes más grandes de cada cabeza de bulbo de ajo. Elija dientes gordos de al menos media pulgada de ancho. Estos dientes más grandes darán ventaja a la planta germinada a medida que crezca.
Su tamaño extra en el momento de la plantación se traduce en bulbos más grandes en el momento de la cosecha. Retire con cuidado los dientes más gordos y pesados para que el ajo desarrolle todo su potencial bajo tierra.
Paso 4: La separación de 6 pulgadas es imprescindible - ¡Bien!
Cuando plantes los dientes de ajo que hayas elegido, sepáralos unos 15 cm unos de otros. Cava pequeños agujeros con la paleta o la punta de los dedos en este intervalo de 15 cm.
Crea hileras con un palmo de separación entre cada una. Esto deja espacio suficiente bajo tierra para que los bulbos alcancen su tamaño máximo sin amontonarse unos con otros. Un espaciado adecuado es clave para el crecimiento de bulbos grandes.
Paso 5: Mantener la humedad adecuada del suelo
Revisa el suelo con regularidad a medida que crezcan tus plantas de ajo. Necesitan unos 2 ó 3 cm de agua a la semana para desarrollarse. Cuando los primeros centímetros estén secos, riega bien hasta que se empapen.
Utiliza también mantillo entre las hileras para retener la humedad de la lluvia. Mantener la tierra constantemente húmeda permite que los bulbos de ajo crezcan adecuadamente sin estrés. Un riego adecuado es vital para obtener el tamaño máximo de la cosecha.
Paso 6: Es hora de abonar
A principios de la primavera, en marzo, alimente cada planta de ajo para potenciar su crecimiento. Esparce una pequeña cantidad de abono orgánico o compost por la base de las plantas.
Los nutrientes aportan energía durante los meses de mayor crecimiento. Este impulso adicional favorece el desarrollo de los bulbos y aumenta su tamaño final en el momento de la cosecha. Una buena nutrición del suelo se traducirá en bulbos más grandes y fuertes al final del verano.
Paso 7: Es importante eliminar los escapes
En verano, de las plantas salen unos tallos largos llamados escapos. Para obtener bulbos más gordos en el momento de la cosecha, córtelos con unas tijeras por encima de donde se unen al tallo.
La eliminación de los escapos dirige la energía del ajo hacia el subsuelo en lugar de hacia la producción de semillas. Si se dejan los escapos, se reduce el crecimiento de los bulbos. Si se cortan, se obtiene el tamaño máximo, ya que todos los recursos se concentran en los bulbos situados debajo.
Paso 8: Momento perfecto para la cosecha
Busque cuando las hojas inferiores se vuelvan marrones y se sequen, normalmente en julio. Desentierre con cuidado cada planta, procurando no dañar los bulbos aún adheridos. Limpie suavemente el exceso de tierra.
Coloque el ajo cosechado en un sol, lugar protegido durante una semana. De este modo, los bulbos se secan correctamente antes de seguir manipulándolos. Un ajo perfectamente curado garantiza una larga conservación durante el invierno.
Paso 9: Curar y limpiar
Tras una semana de curado al sol, cepille o limpie los tallos sobrantes y las capas de papel exterior secas de los bulbos. Continúe el secado al aire libre, lejos del sol directo o la lluvia, durante varias semanas.
Los bulbos bien curados se conservarán en un lugar fresco durante todo el invierno. Compruebe regularmente los bulbos y deseche los que muestren podredumbre para que el resto se mantenga fresco hasta la llegada de la próxima temporada de siembra.
Paso 10: Conservación del ajo
Los bulbos completamente curados ya están listos para el almacenamiento a largo plazo. Elija un lugar seco, fresco y alejado de la luz directa, como un sótano o un cobertizo, y coloque los bulbos en bolsas de malla o papel que permitan la circulación del aire. Compruebe periódicamente si hay podredumbre y retire los bulbos dañados.
El ajo almacenado adecuadamente dura meses, prolongando su suministro casero durante el otoño y el invierno. La próxima temporada, vuelve a plantar para disfrutar de una cosecha continua.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tarda en crecer el ajo?
Desde la siembra hasta la cosecha, el ajo tarda entre 7 y 10 meses en madurar por completo.
¿Cómo plantar un diente de ajo?
Para plantar dientes de ajo, sigue estos pasos:
- Deshacer la tierra e incorporar compost o abono.
- Plante cada diente de ajo con la punta hacia arriba, a 2,5 cm de profundidad y a 15 cm de distancia en hileras.
- Separe las hileras 1-2 pies.
- Riegue bien después de plantar.
¿Cuánto tarda en crecer el ajo?
Los brotes emergen entre 6 y 8 semanas después de la siembra primaveral, los bulbos crecen durante el verano y se cosechan cuando las hojas se vuelven marrones, a finales de junio-agosto.
¿Cuándo cultivar ajos?
El mejor momento para plantar ajos es en otoño, entre 4 y 6 semanas antes de que el suelo se congele. Esto permite que los dientes establezcan sistemas radiculares robustos durante el invierno para que los bulbos crezcan sanos en primavera. El ajo también puede plantarse lo antes posible en primavera.
Conclusión
Estos diez pasos clave permiten a los jardineros caseros cultivar grandes bulbos de ajo con éxito.
Desde la preparación de la tierra hasta la cosecha y el almacenamiento, la elección de clavos gordos proporciona un buen espaciado, riego y nutrientes significa cosechar una recompensa abundante.
Con los cuidados adecuados en cada fase, podrá disfrutar de su duro trabajo durante meses. Compartir los ajos frescos que has cultivado con la familia y los amigos es una gran satisfacción. Ahora ya estás preparado para empezar de nuevo la próxima temporada.